La ecografía es un examen médico seguro, no doloroso que provee imágenes en tiempo real del interior del organismo que ayuda a los profesionales a diagnosticar y tratar condiciones médicas. En especial, para detectar cambios en el aspecto y función de los órganos, tejidos, y vasos, o para detectar masas anormales.
La captura de las imágenes se logra utilizando ondas acústica de alta frecuencia (ultrasonido) y muestra la estructura y movimiento de los órganos internos del cuerpo como así también la sangre que fluye por los vasos sanguíneos.
Este tipo de estudio no requiere de radiación como ocurre con otras prácticas de diagnóstico por imágenes como los rayos X. Las imágenes, en cambio, se captan utilizando un pequeño transductor (sonda) y un gel para ultrasonido que permitirá que una computadora mida y muestre los cambios mínimos que se producen en el tono y dirección del sonido obteniendo como resultado una imagen instantánea.
